miércoles, agosto 30, 2006

El estadio de los Yankees

Teatro Loews Paradise en el Bronx

La Casa de Edgar Allan Poe

Españoles de Europa

Responder a la pregunta de cómo nos ven los americanos a los españoles desde nuestra experiencia es un tanto complejo dada cuenta de los extremos que hemos vivido.

De un lado la de un chico de color a la puerta del PS1 en Queens cuando esperábamos para entrar a la DJ fiesta. A la respuesta de que éramos de España tras preguntarnos el clásico Where are you from?, nos dijo que sabía donde estaba nuestro país, junto a Méjico. Os podeis figurar el careto que se nos quedó y el que se le quedó a él de panoli cuando le dijimos que estaba en Europa entre Portugal, Francia e Italia. Nos respondió avegaonzado que ya sí que sabía exactamente donde era porque sabía la situación de Portugal, preferimos dejarlo ahí, no vaya a ser que Portugal estuviese junto a Mozambique.

En el otro extremo la de un viejo Periodista que había estado en los años sesenta de corresponsal en España, con quien estuvimos discutiendo de la situación de la inmigración en nuestro país.

Otra de las cosas graciosas es la del título, Españoles de Europa. Por aquí a los hispanos se les conoce por lo de "spanish" que español -como gentilicio y como lengua- por que hablan esa lengua. Así que nosotros también somos spanish porque hablamos español, pero con un rasgo de calidad, que somos de Europa, no como los otros.

martes, agosto 29, 2006

Coney Island desde el metro

¿Por qué los alemanes son tan grandes?

La fábrica de cerveza de Brooklyn

Grafitis en Bedford Avenue

Camino de Williamsburg

Exposición Dadá en el MOMA

El camino de todos los días

La mañana en el decadente Coney Island

El decadente Coney Island es una zona de playa donde hay un pequeño parque de atracciones que surgió en los primeros años del siglo XX. Antes dicen que era un hotel que tenía un edificio con forma de elefante.

Supongo que muchos hemos visto esas películas de Nueva York donde la escena transcurre con vistas a la montaña rusa o la noria. Ambas atracciones, que son lo único que merece la pena, tienen ya unos cuantos años. Como somos mu caguetas hemos pasao de subirnos en ninguna de las dos -que por otro lado tampoco es que sean gran cosa.

El caso es que mejor nos hemos ido a comer un bocata de pescado y una patatas francesas, como dicen por aquí, que sin duda alguna son las mejores que hemos probado en NYC.

De ahí una larga caminata por el paseo marítimo de madera hasta el otro extremo de Brighton Beach donde abundan más que nada los rusos, con sus negocios en letras cirílicas -era sí, no?- y hasta sus propios candidatos a las elecciones.

Otra plaga, la de los Nails

Sólo hay una cosa en esta ciudad que puede aspirar a superar en número a las lavanderías -y no son las hamburgueserías o los puestos de perritos calientes. Allá por donde vas, también en los barrios pobres, aunque menos, aparecen enormes carteles de "Nails".

Son locales con enormes y relajantes sillones, llenos de chicas hispanas dispuestas a darte un masaje de pies o pintarte/arreglarte/ponerte uñas postizas. Las neoyorquinas aman estos minutos de atención personal.

Os podeis figurar la cara de envidia -a mi por lo de las uñas no, que conste- que nos da ver esos sillones y los masajitos cada vez que pasamos por delante de uno de esos Salones del placer.

Nunca vi algo parecido en ninguna otra ciudad europea, desconozco si por aquí es algo habitual.

lunes, agosto 28, 2006

Lluvia sobre New York

La piedra de los 150.000 dólares

sábado, agosto 26, 2006

Clavelitos en Nueva York

Pues sí, la Tuna en Nueva York. Resulta que nos subimos a un metro y nos encontramos a unos tunos de Jerez, con traje y todo -vamos sus guitarras y demás. Por supuesto que nos sentamos junto a ellos para cotillear.

No, no hay certamen de tunas en Nueva York, nos hemos venido de viaje a pasar unos días y tocar por aquí para pasar la gorra.

La verdad es que hay que echarle valor, yo me moriría de vergüenza, pero estos aguntan todo, con deciros que uno de ellos vive en Nueva York y trabaja en la ONU.

Pasamos un rato alegre, ya me direis si no, con andaluces y tunos habíamos topado.

Lo mejor fue cuando uno de ellos dijo nos bajamos en la próxima que hay una zona de restaurantes españoles, inocente de mí voy le digo que como es que vienen a Nueva York para irse a comer a un restaurante español, y entre risas me responden que lo que van allí es para comer, pero no allí. Ja, jajajaja.

Mi última cuestión fue la de si realmente sacan dinero, se lo piensan y uno me responde lo comido por lo servido.

Hasta otra!

Lo que yo digo, Hay gente pa to.

viernes, agosto 25, 2006

Concierto en el bohemio East Village

Cenando en la Gran Manzana

Es de sobra conocido que la marcha española no tiene equivalente en el mundo. Los demás se lo montan de otra manera cuando salen los fines de semana,... una cena, si acaso una cerveza o cocktail en un pub al estilo irlandés y de ahí a la disco.

En esto Nueva York no se diferencia de otros lugares. Dejando a un lado las discos, en la Gran Manzana hay unas cuantas zonas de marcha, diferenciadas según la tipología del especimen cenante.

Los neoyorquinos más pijos andan por las zonas de Tribeca y el Soho, al suroeste de la ciudad. Los Guiris se mueven por el histórico Greenwich Village donde abundan los restaurantes típicos para turistas (también en la zona oeste de la ciudad, aunque algo más céntrico). Los estudiantes acuden a los alrededores de la New York University y de la Columbia University, en la primera están pegaditos a los guiris y en la otra separando el oeste de Harlem del Alto Manhattan. El grueso de la tropa se va a la Amsterdam Avenue, en el lado oeste del Alto Manhattan.

Como podeis ver la isla está descompensada todas las zonas se encuentran en el lado oeste. Pero es que el este, es proporcionalmente más aburrido. Las únicas excepciones se encuentran en el bohemio East Village donde acuden dos grupos de cenantes, de un lado, los alternativos, radicales, tribus urbanas, y demás, que ocupan casi todo el barrio y, de otro, los más curiosos de todos, los paletos de New Jersey que vienen a Nueva York a pasarselo bien, según comentan por aquí, estos se meten en una calle llamada San Marcos, donde tienen todo un abanico de restaurantes de dudosa calidad como dice la prensa neoyorquina.

Solar eco-ocupado

Basket callejero

¿Tienen los neoyorquinos lavadora?

Quizás os parezca esta una pregunta un tanto estúpida aunque para nosotros no lo es tanto. Desde que nos bajamos de la furgoneta en la puerta del hotel la semana pasada andamos haciéndonos esta pregunta.

Cada manzana, mirándola por los cuatro costados, cuenta al menos con dos lavanderías -si no más- y os podeis figurar la de manzanas que tiene esta ciudad.

Hay lavanderías de todos los tipos, unas regentadas por chinos, hindúes, hispanos, negros,...; otras sofisticadas o cutrecillas:.... algunas hasta te prometen un lavado de la ropa ecológico -sin tóxicos, productos alergénicos u olores, según reza la publicidad.

Por las calles los neoyorquinos empujan carritos especiales para llevar su ropa limpia o sucia en una o en otra dirección; algunos otros hemos visto que se han agenciado una especie de macuto para estos menesteres, incluso en algunas lavanderías tienen estanterías para los macutos.

Todo esto nos lleva a sospechar que lo de la lavadora es demasiado lujo para esta ciudad,.... (cuestiones culturales).

miércoles, agosto 23, 2006

Manhattan desde los muelles de Brooklyn

Es que Nueva York engancha

Eso nos contestó una señora puertorriqueña cuando le preguntamos que por qué no se volvía a Puerto Rico ahora que ya se había jubilado. Cuarenta años fuera de Puerto Rico son demasiados, aquello ya no es nuestro país, comentaba con nostalgia.

Algo que me llamó mucho la atención fue otra de sus frases lapidantes, los que viven mejor son aquellos que se quedaron allí, porque sabeis chicos, ahora allí se vive muy bien.

Esto último es muy profundo, ya no es sólo la situación material de los emigrados en busca de mejorar su estatus social, es que falta el componente cultural que une al "espacio", al terruño, que dirían los gallegos, sin él la vida puede carecer de significado.

Supongo que si preguntara a los miles de irlandeses, italianos,... que andan por aquí me dirían lo mismo.

Otra joyita que nos legó esta señora, disfruten de su estancia en Nueva York y no duden en preguntar y hablar con la gente de aquí si quieren conocer la ciudad. Y en verdad que lo estamos haciendo.

Corredores en Central Park

lunes, agosto 21, 2006

Dos horas para una misa

Domingo en Nueva York, imposible resistirse a la llamada del más alto Manhattan, el sonido del canto de las Iglesias Baptistas de Harlem. Así que agarramos el metro y pa'rriba, a ver Harlem.

Una vez allí empezamos a curiosear hasta que oímos sonido de música y nos colamos en una humilde Iglesia. El problema es que esta era pentecostés y no había coro de Gospel. Eso sí los pocos feligreses que había cantaban y sentían la ceremonia. A la entrada nos dieron la bienvenida amablemente y nos proveyeron de un programa de la ceremonia junto a un "sobrecito" para donativos y más tarde de una biblia para que siguiéramos la lectura. Pero aquello se alargó e íbamos ya para las dos horas, y haber quien se marchaba a mitad de la misa.

De repente llegó el momento de las ofrendas y tuvimos que acercarnos hasta el altar para depositar nuestro "sobre" o directamente el cash. De ahí a la recepción de los visitantes, vamos de los guiris y para nuestra sorpresa tuvimos que levantarnos y presentarnos uno por uno diciéndo nuestros nombres y el lugar de donde veníamos, con aplausos incluidos -ya veis el palo. Luego nos dieron las manos y todos cogidos cantar.

Y ahí fue cuando los responsables de la Iglesia se fueron hacia la puerta de entrada y literalmente nos pidieron que nos fuéramos mientras se despedían afectuosamente de los 5 guiris que andábamos por allí... y todavía quedaba programa en la ceremonia tras 2 horas. Una amiga alemana, Silvia, que venía con nosotros nos dijo que nos habían echado porque los de la Iglesia de Pentecostes son los que entran en trance durante las ceremonias y, por lo visto, no querían que les viéramos en plena acción.

Una vez en la calle nos dedicamos a caminar por el barrio hasta que nos encontramos una especie de mercadillo y fiesta, le llamaban el día de Harlem, por una de las calles principales y por allí estuvimos hasta que nos cansamos.

Siguiendo la ruta

El caso es que ya hemos dedicado cuatro días a patear la ciudad y poco nos queda de Manhattan, no si al final se nos va a acabar Nueva York antes de tiempo!!!

La verdad es que después de la paliza de ayer, sólo nos queda el East Village y la zona más chic de la ciudad, la 5ª Avenida con sus tiendas de alto voltaje y precios extratosféricos. Y de ahí pasaremos a darnos un borneo por Brooklyn, Queens y un paseito en barco, que hay que ver de cerca la Estatua de la Libertad.

La pesadilla de los europeos

Para los europeos que caminamos por aquí existe una verdadera pesadilla en la ciudad y no es otra que la búsqueda de "Comida" (decente). Madre mía!, no he visto comer peor en mi vida. Aquí ni se sientan a comer, lo hacen por la calle y además comen porquerías, no hay forma de encontrar un simple sandwich aunque sea de jamon y queso.

Al final hemos obtado por compranos la comida en el super y cocinarla nosotros mismos. Por suerte, nuestro alojamiento dispone de cocina para uso de los huéspedes y un pequeñito jardín con mesas.

Reverdeciendo la ciudad

En Nueva York hay toda una red de zonas verdes para tratar de dar aire puro a la ciudad del ladrillo y del hormigón. Junto a Central Park, todos los barrios tienen sus jardines y zonas de esparcimiento. Por lo que he visto, el Ayuntamiento no tiene ningún reparo en tirar edificios para convertirlos en jardines. A eso habría que sumar lo de las Guerrillas Verdes, grupos de ciudadanos que se organizaron para convertir en jardines los solares abandonados, ahora luchan porque los dueños no los destruyan para construir edificios.

Hay otro movimiento ciudadano que se dedica a crear jardines en las azoteas de los edificios. Y el caso es que es una idea muy buena, gracias a los tejados verdes se consigue regular la temperatura de los edificios en los cálidos días de verano.

Otra idea que poco a poco va logrando cerrarse es la de crear todo un cinturón verde en torno a la isla de Manhattan. Vendría a ser la creación de todo un parque circular junto a un paseo fluvial (o marítimo, pero es que aquí son ríos y no el mar lo que rodea la isla).

sábado, agosto 19, 2006

Los chinos también aman New York

Pasión por el Chess

A Chelsea fuimos a parar....

Siguiendo un consejo de nuestra guía de Nueva York para visitas a la ciudad de un día fuimos a parar al barrio de Chelsea. Refugio de la comunidad homosexual de la ciudad, de los artistas y los galeristas. La verdad es que no tuvo desperdicio la escapada. El barrio lo de siempre, una pequeña desilusión, casas bajas de unas 3 plantas y almacenes industriales, medio abandonados o sustituidos por amplias galerías de arte vanguardista.

Encontramos un bar de esos modernos, un lunch-coffe con música techno y lleno de gente joven a eso de las 18 horas -cuando la gente comienza la marcha en NYC. Nos tomamos un par de cervezas y cotilleamos un poquito. Allí se nos ocurrió echarle un vistazo a una tarjeta de publicidad que nos habían dado y vimos que había un espectáculo de danza contemporánea gratuito a un par de calles de donde nos encontrábamos. No lo dudamos y corrimos porque ya había empezado. El espectáculo una auténtica pasada. Se desarrollaba en un antiguo almacén rehabilitado como espacio artístico, donde bailarines y público nos encontrábamos mezclados entre los diferentes ambientes. Al finalizar salimos a la calle a unos 20 metros nos encontramos una inauguración en una galería con fiesta. Cervezas y Mojitos gratis y concierto de un performista -ya todo esto las 19.30 y sin cenar-, madre mía como acabamos.

Total que las 22 horas llegamos al hotel con un par de sandwiches de chorizo que habíamos pillao en un super destrozadísimos... y con la sensación de que aquello había que repetirlo.

De tragedia a espectáculo circense

Pues eso es lo que ha ocurido con las torres gemelas. Que del atentado del 9/11 como dicen por aquí aquello se han convertido en una atracción turística con vendedores de refrescos, postales, bocadillos,.... y, como no, lleno de una masa informe de curiosos, viajeros, viajes organizados/turistas, niños de campamentos veraniegos, etc...

¿Sólo un paseíto?

Para nuestro primer día en Nueva York habíamos decidido darnos un pequeño paseo para situarnos en la ciudad, poca cosa,.... y al final acabámos llegando a las tantas, medio borrachos y habiéndonos dado una paliza de campeonato. Así que al día siguiente dolor de cabeza y yo con una pequeña tendinitis en un pie, del resto, el curpo machacao.

El caso es que empezamos la mañana recorriendo el bohemio Greenwich Village, parte del East -por que nos desorientamos-, el distrito financiero y la zona de Chelsea, y todo a patita.... vamos media ciudad.

La verdad es que esto parece una ciudad muy tranquila y segura, tal vez por lo de ser agosto, con algunas zonas llenas de turistas. Begoña anda un tanto desilusionada. Tantos mitos y tantas historias que al final idealizas la ciudad. Las zonas están muy cerca unas de otras, no tenemos la sensación de que sea tan grande la ciudad. Pero para muestra un ejemplo,... nuestro primer día no podía pasar sin que nos tomáramos un perrito caliente y por la zona financiera buscamos un puesto de perritos como manda la tradición. Cuando nos lo pusieron nos quedamos de piedra, .... una simple salchicha de esas de frankfurt pequeñitas con un panecillo mini.

viernes, agosto 18, 2006

De juerga por Chelsea

El güirigai del World Trade Center

Una cola para las entradas del teatro

NYC y una furgoneta

Nuestro primer contacto con la ciudad fue una furgoneta. Mientras nos aclarábamos en el aeropuerto de dónde estábamos, cómo habíamos llegado hasta allí y qué íbamos a hacer, se nos acercó un negro -sin tono despectivo- para decirnos que si queríamos nos llevaba hasta la puerta de nuestro hotel en su furgoneta.

La verdad es que la historia tiene un comienzo de película de miedo pero no es así. En Nueva York es típico eso de las furgonetas. Son compañías que se dedican a llenar furgonetas con gente en los aeropuertos -a 17$ por cabeza- y los van llevando hasta sus hoteles. Por supuesto que es el medio más seguro y rápido de llegar a "casa". A nosotros nos tocó compartir el viaje con una familia "megapija" de Madrid que nos estuvo babeando sus viajes a Estadosss Unidosss y los hoteless megagüais donde han estado. Pero eso sí, en furgoneta apretujaos al hotel como cualquier mortal.

Teníamos dos opciones o cortarles y decirles que en eso de viajar no nos ganan o escuaharles asombrados y luego morirnos de risa en cuanto los dejamos. Indudablemente, optamos por lo segundo.

jueves, agosto 17, 2006

Nueva York desde nuestra ventana


El Alto Manhattan a las 6.45 de la mañana.

... Y me tocó la china (o)

En la aduana teníamos que pasar por los controles de la Oficina de Inmigración y a nosotros nos tocó un inspector chino-americano más seco y más estirao......! Primero comenzó con Begoña, huellas dactilares, una foto y la clásica pregunta de cuantos días pensaba estar por aquí, por cierto, le extrañó lo de su lugar de nacimiento en Alemania.

Luego me tocó a mi, huellas, fotos,.... y de ahí a un Sígueme! Me metieron en una sala donde estaban interrogando a la gente y revisando la documentación detenidamente. Así que indudablemente pensé, me ha tocado la china.

Me llamaron y gracias a Dios que me tocó un Inspector más simpático que el chino. Nos dijo que no me preocupara, revisó en el ordenador mis datos y ya está, aprovechó para comentarme que es que el apellido García es muy común entre los criminales. Nos deseó que pasaramos unos buenos días en Nueva York y nos despedimos.

De ahí todo como la seda, recogimos la maleta y nos dejaron salir sin revisar equipaje.

Primeras impresiones

Bueno,... resumiendo todo un día en unas líneas. Lo primero es el día tan largo que hemos vivido. Aquí en Nueva York es todavía de día aunque comienza a anochecer -son las 19.41 horas- y empezamos ya hace unas cuantas horas. Dos viajes en avión, uno en coche hasta el aeropuerto de Alicante y otro en furgoneta hasta Manhattan. Luego un paseito para comprar agua y galletas y para situarnos en el barrio -el Upper East Side, el barrio más pijo y aburrido de todo Manhatan, según dicen nuestras guías de Nueva York.

El viaje en avión una paliza de casi ocho horas, comiendo, durmiendo y tratando de ver en la tele una peli y unos documentales. Eso sí, todo se animó un poquito cuando nos dieron esa declaración en la que renunciábamos a todos nuestros derechos en favor de la Oficina de Inmigración Americana.

Luego vino la llegada a los USA. Desde el avión la costa americana desde Halifax a Nueva York, pasando por Boston, una auténtica pasada, mucho mejor que la nuestra levantina toda llena de hormigón.

Pero lo peor de todo el aterrizaje. Aquello parecía una montaña rusa,... menos mal que nos lo tomamos con güasa y nos ahorramos un mal rato.

Del avión a la aduana, pero eso merece otro post.....

Beatriz Galindo

Esperando el embarque

miércoles, agosto 16, 2006

El momento de la partida

Pues toda espera tiene un final y la nuestra llegará en unos minutos. De aquí a un ratico camino del Aeropuerto de Alicante y de ahí a Madrid y de Madrid a Nueva York. Un viaje que nos llevará hasta las 21.30 españolas y las 15.30 americanas, nuestra nueva hora.

Hasta el regreso....

martes, agosto 15, 2006

Destino a..... Nueva York



Pues finalmente queda desvelado el destino de nuestro próximo destino. Mañana a estas horas estaremos volando ya hacia la ciudad de los grandes rascacielos, nuestra deseada Nueva York.

lunes, agosto 14, 2006

Días de viajes en la pantalla

No hay nada como el verano para desesperarse ante esa rutina diaria de levantarse, arreglarse, desayunar e ir a currar............. mientras piensas en todos aquellos que andarán por ahí recorriendo el mundo.

Bueno, pues mientras llega nuestro momento de la partida -que ya no queda nada- no he encontrado nada mejor que "abonarme" a la lectura diaria del suplemento -reforzado- de El País sobre viajes: "El Viajero". Tampoco me he resistido a andar picoteando por algunas bitácoras dedicadas a eso. No os puedo recomendar ninguna porque no me he ido quedando con las direcciones. Así que todo el google para vosotros.

martes, agosto 08, 2006

Pues sí, hoy es mi cumple...

Y con el día de hoy llego a la famosa edad de Cristo o de Alejandro Magno -según se mire. Así que son 33 tacos los que cumplo hoy a eso de las 22 horas, por las informaciones maternas.

Hay que ver como corre el tiempo....