NYC y una furgoneta
Nuestro primer contacto con la ciudad fue una furgoneta. Mientras nos aclarábamos en el aeropuerto de dónde estábamos, cómo habíamos llegado hasta allí y qué íbamos a hacer, se nos acercó un negro -sin tono despectivo- para decirnos que si queríamos nos llevaba hasta la puerta de nuestro hotel en su furgoneta.
La verdad es que la historia tiene un comienzo de película de miedo pero no es así. En Nueva York es típico eso de las furgonetas. Son compañías que se dedican a llenar furgonetas con gente en los aeropuertos -a 17$ por cabeza- y los van llevando hasta sus hoteles. Por supuesto que es el medio más seguro y rápido de llegar a "casa". A nosotros nos tocó compartir el viaje con una familia "megapija" de Madrid que nos estuvo babeando sus viajes a Estadosss Unidosss y los hoteless megagüais donde han estado. Pero eso sí, en furgoneta apretujaos al hotel como cualquier mortal.
Teníamos dos opciones o cortarles y decirles que en eso de viajar no nos ganan o escuaharles asombrados y luego morirnos de risa en cuanto los dejamos. Indudablemente, optamos por lo segundo.
La verdad es que la historia tiene un comienzo de película de miedo pero no es así. En Nueva York es típico eso de las furgonetas. Son compañías que se dedican a llenar furgonetas con gente en los aeropuertos -a 17$ por cabeza- y los van llevando hasta sus hoteles. Por supuesto que es el medio más seguro y rápido de llegar a "casa". A nosotros nos tocó compartir el viaje con una familia "megapija" de Madrid que nos estuvo babeando sus viajes a Estadosss Unidosss y los hoteless megagüais donde han estado. Pero eso sí, en furgoneta apretujaos al hotel como cualquier mortal.
Teníamos dos opciones o cortarles y decirles que en eso de viajar no nos ganan o escuaharles asombrados y luego morirnos de risa en cuanto los dejamos. Indudablemente, optamos por lo segundo.
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