domingo, enero 22, 2006

La aventura de las Lenguas

Por lo visto hay cosas en mi vida que a pesar del tiempo nunca cambian. Una de esas es mi interés por las lenguas o dialectos. Tras una discusión sobre si el Valón era un cuerpo lingüístico con identidad propia (yo venía a defender que sí) me ofrecieron la posibilidad de leer un gran libro sobre las lenguas en Occidente. Se llama "La aventura de las lenguas en Occidente", de Henriette Walter, y por supuesto que dije que sí. Estoy tan enganchado que no creo que me llegue a una semana.

Me ha gustado esta reflexión sobre los Dialectos:

No hay que pensar que un dialecto o un habla regional sea una lengua "mal hablada": al contrario, se trata de una lengua completa, con una gramática y un léxico específicos. Si hoy se dice que el italiano, el español o el francés son lenguas, no es porque sean más ricos, más bellos o estén mejor estructurados que el leonés, el napolitano o el picardo, sino porque han adquirido mayor prestigio al convertirse en lenguas literarias y oficiales de Estados constituidos. Es más los idiomas que fueron punto de partida de estas tres lenguas, es decir, el dialecto toscano de Florencia, el dialecto castellano y el dialecto de Ile-de-France no eran, en un principio, más que hablas locales de un área geográfica muy reducida.