El inicio del regreso
Todo lo bueno se acaba, y más cuando el dinero empieza a escasear y el trabajo nos llama a gritos desde Murcia. Así que el Domingo nos tuvimos que levantar con la amenaza en nuestros cerebros: HOY TOCA REGRESO.
De Bruselas a París y de París al tren que nos llevaría en toda una noche hasta tierras españolas (vamos si por Cataluña se entiende España). La mañana la dedicamos a vistar una Iglesia del barrio de mi hermana y para esperar en la estación la llegada de nuestro tren Thalys a eso de las 14:40 horas; lástima, de haber sabido que contábamos con tiempo no se nos hubieran escapado unas cervezas en la Grand Place.
En hora y veinte minutos estábamos en Paris, en el tren compartimos asientos con unos austriacos que querían hacer una parada en la ciudad del Sena antes de regresar a su amada Salzburgo. En la Gare de Austerlitz nos clavaron miserablemente,... 8 € por dejar nuestro equipaje!!!! (con la escusa de k podíamos tenerlo allí 72 horas, ya ves pa k narices nos servía eso a nosotros). El caso es que dejamos todo y nos fuimos sin nada a patear los Campos Eliseos y a zampar a nuestro Flunch en Bobourg -¿se escribe así?. Que gozada, un día sin peso ni nada en las manos, como supuestamente iba a hacer buen tiempo¡¿?@####@@~#??? Así que al rato cambió el tiempo y nos calamos enteritos porque cayó una gran lluvia parisina (qué lástima todavía no hemos visto Paris sin lluvia en un día, y eso que es la cuarta vez que estamos en esta ciudad).
A eso de las 21:56 minutos salía nuestro tren con destino a Portbou, allí estuvimos puntuales con nuestra cita, para acomodarnos en las superliteras (superiores), lástima que se nos metiera un compañero de noche con tendencia exagerada a RONCAR que nos fastidió nuestro dulce sueño.
De Bruselas a París y de París al tren que nos llevaría en toda una noche hasta tierras españolas (vamos si por Cataluña se entiende España). La mañana la dedicamos a vistar una Iglesia del barrio de mi hermana y para esperar en la estación la llegada de nuestro tren Thalys a eso de las 14:40 horas; lástima, de haber sabido que contábamos con tiempo no se nos hubieran escapado unas cervezas en la Grand Place.
En hora y veinte minutos estábamos en Paris, en el tren compartimos asientos con unos austriacos que querían hacer una parada en la ciudad del Sena antes de regresar a su amada Salzburgo. En la Gare de Austerlitz nos clavaron miserablemente,... 8 € por dejar nuestro equipaje!!!! (con la escusa de k podíamos tenerlo allí 72 horas, ya ves pa k narices nos servía eso a nosotros). El caso es que dejamos todo y nos fuimos sin nada a patear los Campos Eliseos y a zampar a nuestro Flunch en Bobourg -¿se escribe así?. Que gozada, un día sin peso ni nada en las manos, como supuestamente iba a hacer buen tiempo¡¿?@####@@~#??? Así que al rato cambió el tiempo y nos calamos enteritos porque cayó una gran lluvia parisina (qué lástima todavía no hemos visto Paris sin lluvia en un día, y eso que es la cuarta vez que estamos en esta ciudad).
A eso de las 21:56 minutos salía nuestro tren con destino a Portbou, allí estuvimos puntuales con nuestra cita, para acomodarnos en las superliteras (superiores), lástima que se nos metiera un compañero de noche con tendencia exagerada a RONCAR que nos fastidió nuestro dulce sueño.
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