Y nos perdimos por Mónaco
Como en Antibes, visto lo visto, no había mucho que hacer decidimos traicinar nuestra máxima de One day, one city y nos subimos a un tren con destino a Monaco-Montecarlo. El tren iba cargao de curiosos (bueno, cotillas) con destino a la ciudad del lujo. La verdad es que este pequeñito país no tenía desperdicio,..... Ferraris rojos y amarillos, Rolls Royces, Yates tan largos como la altura de mi edificio, viejos con jovencitas, Hoteles, Escaparates de ensueño,...... lástima que ninguna viejecita con millones no me echara el ojo bien echao, que si no Begoña se vuelve sola pa España.
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