Torino y Steven
Las colinas de Torino nos recibieron a eso de la una de la tarde. Era sàbado 13 y media ciudad de vacaciones. En la puerta del Ostello per la Gioventù conocimos a Steven, belga de origen flamenco, que estaba màs solo que la una esperando a que abrieran. Como no, nos tocò esperar con èl (es que estos italianos les da por cerrar los albergues a media manana y te quedas màs tirao que las maracas de no se quien.....), asì que nos hicimos amigos con tanta charla.
Eso sì, la siesta no nos faltò esa tarde. Estàbamos en las ùltimas.
Paseando por la elegante Torino fuimos localizando lo que pensàbamos visitar al dìa siguiente (el Museo Egipcio y la sàbana santa en la catedral). Por la noche de cena con Steven en una pizzeria italiana (o què pesnabais???) y despuès al Museo del cine (una pastelà con unos de sillones de cine -comodissimos y con altavoces privados). Allì subimos hasta la cupula de la Molle para ver la noche de Torino.
Cuando nos echaron (de los sillones) nos fuimos a tomar una birra junto al rio Po, donde se va la gente de marcha (que para nuestra sorpresa la habìa).
Eso sì, la siesta no nos faltò esa tarde. Estàbamos en las ùltimas.
Paseando por la elegante Torino fuimos localizando lo que pensàbamos visitar al dìa siguiente (el Museo Egipcio y la sàbana santa en la catedral). Por la noche de cena con Steven en una pizzeria italiana (o què pesnabais???) y despuès al Museo del cine (una pastelà con unos de sillones de cine -comodissimos y con altavoces privados). Allì subimos hasta la cupula de la Molle para ver la noche de Torino.
Cuando nos echaron (de los sillones) nos fuimos a tomar una birra junto al rio Po, donde se va la gente de marcha (que para nuestra sorpresa la habìa).
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